Otros nombres: Anginas
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Las amígdalas y las adenoides son
parte del sistema linfático. Las amígdalas están en la parte de atrás de la
garganta y las adenoides un poco más arriba, detrás de la nariz. Ayudan a
protegerlo contra las infecciones al atrapar los gérmenes que pasan a través de
la boca y la nariz. Algunas veces, las amígdalas y las adenoides se infectan.
La amigdalitis provoca dolor e inflamación en las amígdalas. Las adenoides
inflamadas pueden ser dolorosas, dificultar la respiración y causarle problemas
en los oídos.
El primer tratamiento para la
infección de las amígdalas y las adenoides son los antibióticos. Si las
infecciones son frecuentes o tiene dificultades para respirar, es posible que
necesite una cirugía. La cirugía para extirpar las amígdalas se denomina
tonsilectomía. La cirugía para extraer las adenoides es una adenoidectomía.
Tonsilectomíay Adenoidectomía
AMÍGDALAS
Y AMIGDALECTOMÍA
(Tonsils and Tonsillectomies)
Todo el mundo ha oído hablar de las amígdalas. Pero no todo el
mundo sabe qué función desempeñan o por qué a veces tienen que extirparse.
Estar bien informado puede ayudar a atenuar los miedos tanto de los niños que
tienen que someterse a una amigdalotomía como de sus padres.
AMÍGDALAS Y AMIGDALITIS
Las amígdalas son una masa de tejido a ambos lados de la
garganta. Ellas retienen las bacterias y los virus nocivos que entran por la
garganta, y fabrican anticuerpos que ayudan a luchar contra las infecciones.
La amigdalitis aparece cuando las amígdalas se infectan e
inflaman. Si le pide a su hijo que abra bien la boca y le observa la garganta
con una linterna, es posible que vea que tiene las amígdalas rojas, o bien
recubiertas de una secreción blanca o amarilla. Éstos son otros de los
síntomas de la amigdalitis:
Pero las amígdalas engrosadas o inflamadas son normales en
muchos niños y pueden achicarse por sí mismas con el paso del tiempo. Es
posible que usted no sepa evaluar si las amígdalas de su hijo están o no
infectadas, de modo que no se deje llevar por su propia apreciación. Si
sospecha que su hijo puede padecer amigdalitis, llame al pediatra. Los
dolores e infecciones de garganta recurrentes también son un buen motivo para
llevarlo al médico, quien podría solicitar que le hagan un cultivo de
secreciones faríngeas para descartar o diagnosticar una inflamación de
garganta.
¿QUÉ ES LA AMIGDALOTOMÍA?
La amigdalotomía es el procedimiento quirúrgico que consiste en
extirpar las amígdalas. Es posible que el pediatra recomiende una
amigdalotomía si su hijo presenta uno o varios de los siguientes síntomas:
Las cirugías,
por sencillo que sea el procedimiento en cuestión, suelen asustar tanto a los
niños que tienen que someterse a ellas como a los padres. Pero usted puede
ayudar a su hijo a prepararse para la intervención quirúrgica si le explica
qué le espera. Durante la amigdalotomía, ocurrirá lo siguiente:
Su hijo se
despertará en el área de recuperación. En la mayoría de los casos, el tiempo
total de permanencia en el hospital oscila entre 5 y 10 horas. De todos
modos, los niños que tienen dificultades para respirar o presentan signos de
hemorragia regresan de inmediato al quirófano. Y los niños menores de 3 años
y aquellos que padecen enfermedades crónicas, como trastornos convulsivos o
parálisis cerebral, suelen pasar la noche en el hospital para estar en
observación.
El período de recuperación tras una amigdalotomía suele ser de
una semana o poco más, durante las cuales se experimentan dolores y molestias
debido a la exposición de los músculos de la garganta después de extraer las
amígdalas. Esto puede repercutir sobre la capacidad de su hijo para comer y
beber, así como para retomar sus actividades habituales.
LA AMIGDALOTOMÍA
INTRACAPSULAR es una variación en la
técnica tradicional de la amigdalotomía. Este procedimiento consiste en
extirpar la parte de tejido inflamado de las amígdalas, dejando una fina capa
de tejido sin extirpar a fin de proteger los músculos subyacentes de la
garganta. En consecuencia, la recuperación es mucho más rápida porque los
niños sienten menos dolor, no necesitan tomar analgésicos tan fuertes y se
muestran más dispuestos a comer y beber. Por otra parte, el riesgo de
sangrado después de la cirugía es mucho menor que cuando se practica una
amigdalotomía convencional. Puesto que se deja sin extirpar una parte del
tejido de las amígdalas, existe una muy remota posibilidad de que ese tejido
se vuelva a inflamar y a infectar, lo que demandaría repetir la intervención.
Sin embargo, esto ocurre en menos del 1% de los casos de niños que han sido
sometidos a una amigdalotomía intracapsular.
Revisado por: Steven P. Cook, MD
Fecha de la revisión: abril de 2007 |
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servicios para diagnóstico o tratamiento, tenga a bien consultar con su
medico de cabecera.
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